07 diciembre 2007


Hola a todos!!! Soy Mariana. Encontré estas fotos cuando estaba limpiando mi cuenta de mails, y me trajeron muchos recuerdos. Son de la primera vez que fuimos al comedor como grupo; y a pesar de que algunas caras cambiaron con el tiempo, otras ocuparon su lugar, aportando las mismas ganas de jugar, divertirse y hacer cosas por los que menos tienen. También recordé que le prometí a mariano escribir la historia del grupo, como se formó y creció. Bueno, esto es medio difícil, pero para contar la historia del grupo tengo que contarles un poquito de la mía.


El 2001 fue un año difícil para todos nosotros, acostumbrados a una comodidad de clase media que no tiene muchos lujos, pero que siempre tuvo las necesidades básicas de abrigo, comida y cariño resueltas. De repente, como un cachetazo, tuvimos que acostumbrarnos a ver en la calle gente revolviendo basura para comer, esperando afuera de un restaurant para que les tiraran un hueso ( porque eso es lo que realmente pasaba, las sobras de muchos restaurantes eran sacadas en bolsas, como si fueran a alimentar a chanchos, y no a seres humanos que tenían hambre).
Como a todos nosotros, esta nueva realidad, a la que había permanecido ajena, me pegó en la cara con la fuerza que tiene la verdad que duele, y me cambió para toda la vida.


Siempre había soñado con hacer algo para cambiar el mundo, pero a diferencia de otras personas que hoy integran el grupo del comedor, yo no hacía nada por cambiarlo.


A partir del 2001 intenté aportar en algo, ayudar, pero no encontraba ningún lugar que me convenciera completamente, un lugar que sintiera como propio. En esa búsqueda me ayudo una amiga, Jazmín, que conocía a Edgar Sánchez, director del comedor "Contra Viento y Marea", y me lo presentó. En un principio, Edgar quería que de clases de inglés a los chicos, y para que nos conociéramos y que los chicos se coparan, propuso que organizara un sábado de juegos y que trajera amigos para que me ayudaran.

Les conté la idea a Germán, María Amelia, Simón y Julián y todos se engancharon y propusieron ideas buenísimas. Tengo que recalcar la ayuda que encontré en ellos, porque no sólo me apoyaron e incentivaron, sino que sintieron el proyecto tanto como yo, y por eso es también, y por sobre todo, muy suyo.

Estas fotos son de ese día, en el que organizamos una búsqueda del tesoro, con Germán como pirata que necesitaba la ayuda de los chicos para llegar al tesoro escondido ( un cofre lleno de chocolates y caramelos).




A Edgar le encantó lo que hicimos y siguió convocándonos para días del niño, cumpleaños del comedor y demás festejos, y a pesar de que lo de las clases de inglés quedó un poco relegado, todos nos enganchamos mucho con nuestro trabajo, tal vez porque era nuevo y diferente, pero más porque todos nosotros lo necesitábamos.Suena a paradoja, pero la verdad es que los chicos nos salvaron a nosotros.

Para la segunda vez que nos convocó, nos dimos cuenta de que necesitábamos una persona que tuviera mas cancha con los pibes, porque nosotros (sobre todo yo) no habíamos tenido experiencia en esto, y un amigazo, Guido, se sumó y trajo con él a un amigo suyo, Charly, que sabía canciones, tocar la guiutarra y que se convirtió en una especie de líder para todos nosotros.
Desde ese momento, pasamos a ser ¨Sándor y los de fuego¨, nombre que inventó Guido emulando al gran Sandro y mezclándolo con un mago barato al que le salían todos los trucos mal.

Hasta el día de hoy, los chicos siguen recordándolo.




Mucho pasó desde esos primeros encuentros, mucha gente linda que estuvo, que vivió con nosotros momentos inolvidables, muchos que, por una u otra razón, tuvieron que irse, pero que estarán siempre con nosotros, y muchos que llegaron a ocupar esos lugares vacíos y le aportaron al grupo nueva vida y proyectos.


Esta historia esta dedicada a todos ellos.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Bunisimas las fotos y la historia!!.
Las caras de Carlitos, Eve y Michelle son buenisimas.
Que vuelva Sandor !!!